La depresión en los niños y adolecentes

 La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Afecta la manera en que tu hijo adolescente piensa, se siente y se comporta, y puede provocar problemas emocionales, funcionales y físicos.

Cómo identificar y tratar la depresión en niños y adolescentes

Caso de depresión infantil.

Laura es una niña de 12 años que acude a la consulta con sus padres porque desde hace alrededor de unas semanas observan en ella tristeza, decaimiento y menos apetito. Al principio los padres lo atribuyeron a que estaba muy nerviosa por las clases, pues Laura es una niña perfeccionista, exigente consigo misma, que tolera mal las frustraciones, incluso las pequeñas, y que quiere hacerlo todo bien; cuando no lo consigue, se desanima y sufre. Los padres la describen como «extremada en todo, muy intensa, emotiva, pasa del amor al odio; sensible y muy buena».

A la vuelta de vacaciones de Semana Santa, la madre la notó irritable; se quejaba de los profesores y de las amigas y decía que le costaba hacer los deberes. Algún día se negaba a salir y se iba más tarde a la cama. En una ocasión la madre la encontró llorando en su habitación, y al preguntarle qué le pasaba Laura le contestó: «Lo hago mal todo y os doy muchos problemas». A pesar de que la madre le insistió en que no era verdad, no logró convencerla y la niña continuó llorando.

Laura es la menor de tres hermanos. Los padres son personas educadas. No hay problemas serios en la familia, aunque el padre está pasando por una situación difícil en el trabajo y a veces los padres discuten por este motivo.

Antecedentes personales

La madre sufrió amenaza de aborto en la semana 24 del embarazo, por lo que se le indicó tratamiento con reposo absoluto y Pre-par® hasta la semana 28, y en menor grado hasta la semana 33. Parto por cesárea a las 38 semanas, sin sufrimiento fetal. Peso de 3 kg, neonatal normal.

Su desarrollo psicomotor fue normal. Comenzó a hablar pronto y con muy buena evolución. Presentó ansiedad por separación al comenzar el colegio, con crisis de llanto que fueron cediendo poco a poco. No tuvo ningún problema de aprendizaje y su adaptación escolar y social fue buena.

No presenta antecedentes patológicos de interés. La visita regularmente su pediatra, que es quien ha recomendado llevarla a la consulta de psiquiatría. Envía una nota en la que dice haber observado un cambio en el carácter de la niña las dos últimas veces que la ha visto; le parece más nerviosa y con ánimo lábil.

Los profesores la consideran una buena alumna. Últimamente la notan distraída y «como si estuviera en otra cosa».

Antecedentes familiares

Hay antecedentes de depresión en la familia materna. Los abuelos están separados, y la abuela es una persona inestable y de carácter difícil. Hay cierta frialdad afectiva en el ambiente familiar. El resto carece de interés.

Anamnesis y exploración

Al comienzo de la entrevista Laura manifiesta cierto nerviosismo, aunque luego se tranquiliza poco a poco y acaba colaborando bien. Muestra buena empatía, mímica y gesto expresivos y contacto visual adecuado. Tiene el ánimo decaído; cuenta que desde hace 2 o 3 meses se siente triste; discute con las amigas, que «la hacen de menos»; da muchos problemas a sus padres, que «se enfadan por su culpa»; cada vez saca peores notas y dice que «va a suspender el curso». Todo la molesta. Está irritable y alterada. Tarda en dormirse y tiene menos hambre. Alguna vez ha pensado que «lo mío no tiene remedio, pues no valgo para nada».

No ha hablado con nadie de lo que le pasa. Le da vergüenza y siente pánico a «estar volviéndose loca». Ha tenido alguna idea de suicidio, pero no ha pensado en llevarlo a la práctica ni ha hecho planes.

Está orientada y consciente. No hay trastorno del curso ni del contenido del pensamiento, ni de la sensopercepción. No tiene obsesiones ni rituales. No ha sufrido episodios maniacos. Se descartan otros trastornos psiquiátricos.

Diagnóstico

Episodio depresivo.

 

Comentario:

Los niños y adolecentes con depresión no tienen depresión presisamente por un divorsio, por una perdida o por estres, los niños pueden sufrir varias cosas distintas por las cuales tienen depresión, existen niños que para evitar preguntas o comentarios esconden su depresión y aprenden poco a poco a vivir con ella su día a día mostrando una sonrisa por el simple hecho de evitar preguntas o comentarios por parte de familia, maestros o amigos, elegí este tema porque quiero ser psicologa para ayudar a niños con depresión como yo o con cualquier enfermedad mental que los pueda hacer sentir mal o que haga daño en su vida.

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